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Free cinema

Lindsay Anderson –  Karel Reisz –  Joseph Losey – Tony Richardson – John Schilenger

Nacimiento

Es evidente que el free cinema inglés se sitúa dentro del marco temporal de estos «nuevos cines» : este movimiento británico se desarrolla básicamente entre 1956 y 1966, es más, es el primero -junto con la nueva ola francesa y excepción hecha del cine polaco-, que abrió el camino de la renovación del cine europeo, renovación que en la década de los 60 se extendería al resto del mundo, Estados Unidos incluido.

No es fácil dar fechas de nacimiento de un movimiento cinematográfico, sin embargo el free cinema es uno de los pocos de los que se puede hablar de un programa de presentación: entre el 5 y el 8 de febrero de 1956 tuvieron lugar en el Soho de Londres las sesiones de presentación a iniciativa de un grupo de jóvenes que querían mostrar sus trabajos en público. Estos jóvenes, que presentaros cortos y mediometrajes eran los nombres clave del free cinema:  Lindsay Anderson, Tony Richardson y Karl Reisz, entre otros.  Estos programas se sucedieron hasta 1959, lo que viene a constituir la primera fase del free cinema.  Una segunda fase, centrada ya en el largometraje, tiene en el trío citado, de nuevo a su núcleo más significativo.

[El movimiento tiene una vida efímera, la facilidad idiomática, cultural e industrial de Estados Unidos hace que los directores acaben emigrando  y siguiendo su carrera cinematográfica en ese país]

Fragmento de uno de los documentales presentados en la sesión «inaugural» del Free Cinema, Every Day Except Christmas, de Lindsay Anderson., Gran Premio de Venecia en el 57.  El documental,  en la línea de Vertov (recordad, El hombre de la cámara) de intentar captar la realidad de manera  espontánea, sin puesta en escena ni reconstrucción documental, evoca la vida diaria en le mercado  londinense de Coven Garden, -reconvertido en los 80 en centro  comercial-, en una especie de homenaje  a las virtudes y dignidad de la gente trabajadora.
El fragmento recoge dos momentos, el inicial, con la preparación de lo que va a distribuirse al amanecer en los mercados mientras aparecen los créditos y otro, con la llegada de camiones y el despertar del mercado con los primeros clientes. La «cortinilla» que los une no está en el original y espero que resulte evidente.

 

Antecedentes

A las notas que ya habíamos indicado como comunes a todos los nuevos cines, hay que añadir que el arranque de este cine estuvo en la tradición documentalista  británica. (Recordad que el cine documental británico se rastrea prácticamente desde los orígenes del cine: Pioneros en Europa)

Sin embargo, y si bien el origen hay que rastrearlo en esa tradición, en su cinematografía este documentalismo plantea una serie de contradicciones: Por una parte, el free cinema tiene un empeño realista, continuador del documentalismo de los años 30 y 40, pero, sin embargo, los cineastas del movimiento pretenden más expresarse que informar y aún defendiendo la primacía  de personajes, situaciones y ambientes inmersos en la realidad británica del momento, el free cinema dependió en gran manera de las adaptaciones literarias.

Bien es verdad que el cine inglés contaba en esos momentos con cineastas de notable categoría como David Lean, Alexander Mackendrick o Laurence Olivier, y buena parte de la renovación del cine inglés se debe no sólo a estos jóvenes airados sino a cineastas más tradicionales como Jack Clayton cuya obra Un lugar en la cumbre (1958) es considerada precursora del Free Cinema.

Un lugar en la cumbre

Obra dura, crítica con todos los grupos sociales, y que muestra la amoralidad de intentar conseguir el éxito a cualquier precio: El protagonista -Laurence Harvey- abandona la estabilidad sentimental que le podría dar una mujer a la que quiere -Simone Signoret- por la estabilidad económica que puede conseguir con una joven heredera -Heathers Sears-. En el fragmento se recoge ese momento.

Algunas características

El free cinema comparte los rasgos indicados para los denominados nuevos cines, y, como ellas, surge del descontento ante el cine, británico en este caso,  de los años 50, tanto en lo industrial como en lo artístico, pero también del interés de algunos cineastas -Lindsay Anderson, Karel Reisz y Tony Richardson, el núcleo fundamental del movimiento-, de aparecer como renovadores del panorama cinematográfico.

Como el movimiento francés, nace desde la crítica cinematográfica y el cortometraje, pero a diferencia de la nouvelle vague está mucho más ligado a otros movimientos culturales de renovación de la sociedad británica, por lo que esa implicación social será una de sus señas de identidad más significativas.

Los nuevos cineastas británicos, los llamados jóvenes airados (angry young men), critican el cine académico y de estudio que se hace en Inglaterra y demandan películas de compromiso social, que reflejen espacios laborales y conflictos cotidianos, quieren un cine anticonformista, con mayor liberatad para la cámara y rodado en exteriores.

Así una peculiaridad marcadamente diferenciadora del cine británico es la renovación temática: la apertura a personajes ajenos hasta el momento del cine, el proletariado; los ambientes insólitos hasta el momento, zonas industriales; el respeto al habla popular; la aproximación a lo cotidiano.

Además, la carga literaria adquiere una carga mayor que en otras cinematografías, lo que lleva a que la línea narrativa y argumental resulte más explícita.  Cuentan con la colaboración de escritores como John Osborne (quien pondrá nombre al movimiento), Colin WilsonAllan Sillitoe

Es un cine ante todo de ambientes y personajes donde la puesta en escena , a diferencia de lo que sucede a veces en la nueva ola francesa, adquiere un valor más funcional que expresivo y la renovación se basa más en la mirada personal sobre una sociedad habitada por personajes de extracción social bien alejada de los burgueses que transitan por los films de Godard, Chabrol o Romhmer.

Os dejo un fragmento de un documental de Canal +. En él, desde la perspectiva que da el tiempo,
Karel Reisz comenta qué identificó al Free Cinema. Incluye también
brevísimas imágenes de películas significativas.

Como en otros movimientos, ligados al free cinema encontramos no sólo directores sino también guionistas, músicos, directores artísticos, de fotografía, montadores  o actores (Alan Bates, Dick Bogarde, Julie Christie, Albert Finney, Richard Harris, Vanessa Redgrave , Malcolm McDowell -el protagonista de «La naranja mecánica», Tom Couternay o Susanah York).  Y escritores de teatro como Harold Pinter o John Osborne, Allan Sillitoe, Colin Wilson o Bill Hopkins colaboraron con el movimiento.

Si la nueva ola francesa está ligada a Cahiers de Cinema, el free cinema británico lo está a la revista Sequence, nacida como una publicación del cine-club universitario de Oxford y en la que escribe regularmente Anderson o Reisz, es vehículo de defensa de las tesis creadoras del movimiento «nos sirvió para expresar nuestro mal humor contra toda una corriente crítica insensible a la esclerosis del cine británico, anestesiado por los tópicos londinenses» (Karl Reisz).

Nombres

El núcleo fundamental lo forman los directores Karel Reisz, Lindsay Anderson y Tony Richardson, pero otros, como John Schlesinger o Richard Lester pueden considerarse en al órbita del free cinema.

  • Karel Reisz 1926, Checoslovaquia. Escribe regularmente en revistas de cine, como Anderson y publica una famosa Teoría del montaje cinematográfico. Dirige también teatro -siendo director del National Film Theatre se exhibe por primera vez un programa del Free Cinema-, realiza también documentales y entre sus largometrajes cabe citar:  Sábado noche, domingo mañanaLa mujer del teniente francés, Todo el mundo sueña, 1990.

  • Lindsay Anderson (1923-1994)  Sus trabajos críticos en la revista Sequence dieron algunos textos básicos del movimiento.  Dirige tanto cine -cortos, documentales…- como teatro e incluso hizo sus incursiones como actor ocasional.  Autor de numerosos cortos, entre sus largometrajes están: El ingenuo salvaje If , Palma de oro en Cannes o  Un hombre con suerte.

IF, Lindsay Anderson, 1968

La película, Palma de Oro en Cannes es un retrato negativo del sistema educativo británico y, por extensión, de toda la sociedad.  El líder de la revuelta estudiantil, Travis, es el actor Malcom MacDowell, el protagonista también de La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick, -1971-. Ambas, curiosamente, tuvieron problemas para ser estrenadas en nuestro país.

  • Tony Richardson (1928-1991), americano. También director teatral, exhibe sus primeras obras cinematográficas en los programas iniciales del Free Cinema.  Su consagración internacional llega al ganar 4 Oscars con Tom Jones en 1963.  Algunas obras: Mirando hacia atrás con ira, 1959, El animadorSabor a mielLa soledad del corredor de fondo, El hotel New Hampshire o Las cosas que nunca mueren, 1991

  • Richard Lester Nacido en Filadelfia en 1932 pero instalado en Gran Bretaña, en su cine combina el humor inglés y el disparate norteamericano

Qué noche la de aquel día


Situado en los márgenes del free cinema, con esta película Richard Lester marca un inflexión en el cine británico y marca la génesis de un nuevo cine denominado pop. Este cineasta norteamericano afincado en Gran Bretaña, combina el disparate norteamericano y el humor inglés, sin olvidar nunca aspectos de crítica social -la histeria del mundo fans, sin ir más lejos-. La película narrada como un documental, nos cuenta 24 horas de la vida de los Beatles, quienes agobiados por la fama deciden saltarse las normas a la torera. Es la primera incursión del grupo en el cine y fue reestrenada, con honores de estreno, en 2007.


¿Qué queda del free cinema?

Por un lado, y ahí está el ejemplo de Richard Lester, el impulso de estos cineastas, los jóvenes airados, tuvo su continuidad en la década siguiente, en la cultura joven, la moda e incluso la música. Por otro, el free cinema desarrolló una variante del realismo cinematográfico que, años después, en plena crisis social provocada por la política de Margaret Thatcher reaparece para ofrecernos otros problemas de la clase obrera: paro, reconversiones, inmigraciones ilegales…, de la mano de directores como Ken Loach, Mike Leigh o Stephen Frears.

Acabamos con imágenes de escritores y estrellas directamente relacionadas con el free cinema:

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